La alarma inalámbrica: sencilla y económica

La alarma inalámbrica, también conocida como alarma por radio, funciona según el principio de transmisión y recepción de señales de radio. Aunque es inalámbrica en cuanto a la transmisión entre los distintos elementos del sistema, hay que tener en cuenta que la central (o incluso la sirena) suele alimentarse de la red eléctrica (con una batería de reserva). Algunas centrales o sirenas funcionan exclusivamente con pilas (o baterías); en este caso hablamos de un sistema "totalmente inalámbrico". En cualquier caso, la central y los distintos periféricos interactúan exclusivamente a través de la red inalámbrica gracias a la antena de radio y al transceptor integrados.

Las ventajas de la alarma inalámbrica son numerosas.

En primer lugar, cabe destacar su gran sencillez de instalación y uso. La alarmainalámbrica requiere poco montaje o conocimientos de bricolaje. Sólo es necesario fijar la central de alarma y los distintos detectores en lugares estratégicos y, a continuación, probar todo el dispositivo y, en particular, los detectores.

Al tratarse de sistemas listos para instalar, el comprador no suele necesitar llamar a un instalador. Esto tiene una doble ventaja: además del ahorro económico, ningún tercero conoce los detalles ni la disposición del sistema, lo que es garantía de mayor seguridad.

La instalación de una alarma inalámbrica es rápida, discreta y no daña los locales como pueden hacerlo el cableado y las aberturas en las paredes que requiere la instalación de una alarma con cable. La alarma inalámbrica es especialmente adecuada para quienes desean equipar su casa con un sistema de alarma después de la construcción.

Su uso no es mucho más complicado. Una vez configurada, la alarma doméstica es muy fácil de usar. En general, ofrece tres comandos básicos: activación total, activación parcial (que se configura como activación nocturna, es decir, cuando hay alguien en casa) y desactivación total.

Una alarma con gran autonomía

Gracias a su alimentación autónoma por batería, este tipo de sistema está protegido contra los cortes de corriente, ya sean accidentales o intencionados. Las baterías son cada vez más eficaces y garantizan a estos sistemas inalámbricos una autonomía de aproximadamente uno a tres años, en función de los elementos.

Un sistema de alarma escalable

La alarma inalámbrica también es escalable y adaptable. Un sistema de alarma puede enriquecerse progresivamente añadiendo detectores, sirenas o cámaras, sobre todo tras obras de ampliación. Desmontar un sistema es tan sencillo como montarlo, lo que permite llevarse el sistema de alarma cuando se cambia de casa.

Una alarma económica

Por último, la tecnología inalámbrica es, en última instancia, más rentable que un sistema de alarma por cable debido al considerable ahorro que supone durante la instalación.

Los sistemas de alarma inalámbricos son cada vez más innovadores, eficaces y fiables, pero sus detractores señalan los riesgos de interferencia de las ondas de radio. Tienen razón, pero esta afirmación debe relativizarse. En efecto, siempre es posible obtener sofisticados sistemas de interferencia de frecuencias para neutralizar una alarma, pero tales dispositivos no están al alcance de todos los ladrones Sin embargo, la proximidad de un hospital, de una línea de alta tensión o de un lugar que utilice un gran número de frecuencias puede a veces provocar interferencias o reducir el alcance.

Por último, antes de optar por una alarma inalámbrica, es importante tener en cuenta que debe someterse a un mantenimiento regular: sustitución de las pilas y pruebas de transmisión-recepción entre los distintos componentes. También es esencial respetar siempre las recomendaciones del fabricante en cuanto a los alcances de los equipos, que siempre se expresan "en campo libre", es decir, sin tener en cuenta ningún obstáculo.